domingo, 29 de mayo de 2011

La verdad sobre la ley 30 de Educación


En estos días por el Congreso, se está debatiendo reformar la ley 30 de 1992, sobre los lineamientos que rigen la educación superior. En una entrevista que dio a los medios de comunicación, el Dr Santos como precandidato; estableció la medida con el ánimo de perpetuar la educación superior pública.
A raíz de la información, se tomó como si estuviese privatizando la educación superior pública. Lo cual hizo congregar en la plaza de Bolívar y el resto del país, cientos de jóvenes. Exigiendo la no privatización de las entidades del conocimiento. Donde acceden jóvenes progresistas sin recursos, de diferentes regiones del país.
La ministra de Educación argumentó en los medios que: La propuesta no es privatizar la educación pública superior, sino que empresas privadas apoyen financieramente estos entes del conocimiento. Para el mejoramiento y cobertura de la institución.
Dice el Rector Moisés Wasserman de la Universidad Nacional: Esta medida no soluciona la crisis financiera de La universidad pública. Porque los aportes privados y públicos, no cualifican ésta reforma. Más bien abre una brecha, que puede desestabilizar la educación pública, que se encuentra dentro del ranquin de preferencia en calidad e investigación, a nivel mundial. Distinto a la privada, que financieramente se encuentra en un nivel alto, con bajo producto de calidad.
Como economista, nunca he visto o sentido, que el sector privado invierta dinero, donde el remanente no se deja ver. Siempre debe existir ganancia por humilde que ésta sea. Si nos detenemos un poco, en averiguar qué hacen estos dineros aportados por el sector privado a la universidad pública desde hace muchos años, solamente no es con el ánimo de percibir rentabilidad, sino para bajar el coste de parafiscales e impuestos a sus a portantes. –Es lo mismo que hace la cantante estrella de Colombia, con escuelas, el cantante de Antioquia con su fundación, Mandona, adoptando niños Africanos. etc.
Conclusión: Con la reforma a la ley 30, no se modifica la crisis financiera de las entidades públicas universitarias. Se debe más bien, incrementar el rublo en la parte de Educación del Presupuesto general de la Nación. No recortar a éste ítem, como sucedió en el pasado presupuesto para el 2011, incrementando recursos para la guerra.
Otra cosa: de los 15.2 billones de pesos que requiere la universidad pública como sostenimiento 4 años, solo se habla de 2.4 billones de pesos. Al depender económicamente de la economía externa o privada, llevaría a pérdida de autonomía, afectando la equidad en la educación. Con resultados bajos en calidad.
 

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